domingo, 20 de junio de 2010

“Marea cultural”: La otra orilla del social media

Augusto Rubio Acosta

Desde muy jóvenes, cuando caímos en la cuenta de que la historia del periodismo cultural en el Perú había sido escrita siempre desde épocas inmemoriales por unos cuantos escogidos: los responsables de las páginas que la mayoría de medios escritos nacionales le dedican a la cultura, supimos que ésta ha sido siempre una historia de copy-paste de cables, de entrevistas, de promoción de escasos debates e ideas sobre hechos culturales en el país y el mundo, pero también de marginación y desconocimiento respecto a la escena cultural de las provincias.
Desde jóvenes oímos a los defensores del periodismo cultural tradicional aducir que el nivel educativo de la gente (sobre todo en el interior del país) es pobrísimo, que han descendido los lectores, que la mayoría de publicaciones especializadas continúa naufragando y que por eso los escritores y artistas carecen de espacios donde hacer visibles sus trabajos. Hay quienes –con los tiempos que corren y en su condición de geeks o de simples ciudadanos tech- señalan que las publicaciones de papel “están de salida” y que la crisis del formato obliga a mirar a la Internet como única tabla de salvación.
Se podrán decir muchas cosas, pero pocos o nadie manifiestan que la realidad del periodismo cultural peruano está en crisis y que sus propios actores son responsables de ello. El culto a los premios, el apego de las efemérides, el “amiguismo”, la tendencia a las modas culturales, el inevitable cambio en el modelo de negocio (aún por resolver) y esa especie de condicionamiento a publicar lo que viene de afuera, están matando el periodismo cultural, que por ahora –al estar sometido a intereses externos- se dedica mayormente a reproducir la agenda de las instituciones culturales públicas o privadas, olvidándose de las propias discusiones que deberían nacer de su seno. El otro gran responsable del problema es el Estado, ese monstruo burocrático y podrido que siempre le ha negado el apoyo a las publicaciones de carácter cultural.
Pero no llegamos aquí -ante esta página en blanco- para llenarla de lamentos y divagaciones, sino para dejar un suscinto testimonio de nuestra modesta experiencia en el periodismo cultural a través del social media.
Marea cultural” nació como blog en julio de 2007, luego de seis años de haber sido un programa de radio, un colectivo ciudadano dedicado a organizar y promover eventos de cultura y hasta un programa de tv. Desde el principio supimos que el audio, los gráficos animados, las fotografías y poco después el vídeo y las redes sociales nos acercaría mucho más a los lectores que –acostumbrados al papel y modo de lectura tradicional- poco a poco migrarían a estas nuevas plataformas para poder producir y transmitir conocimientos, dejando olvidados a los diarios y revistas que pierden lectores por su arrogancia e insistencia en pensar que sólo ellos tienen información digna de ser publicada. Desde el inicio nos preocupamos por constituirnos como el espacio que permita expresar, describir, informar, debatir y proponer visiones respecto a nuestra cultura y a fomentar el espíritu crítico de los ciudadanos. En el camino fuimos estrechando alianzas, sintonizando con la audiencia, generando fidelidad, acercamiento y debate entre ellos.
Desde mayo de 2009, “Marea cultural” dejó de ser el proyecto individual del suscrito. La fusión con Viadecape.TV, del geek @mijarosoft -quien pese a no ser periodista y proceder de la ingeniería de sistemas aporta una visión distinta en cómo plantear las cosas a la momento de estar en Internet, pues la perspectiva que propone es la del usuario, de lo que este está esperando al otro lado del monitor- permitió que nuestra iniciativa emprendedora nos conduzca a afinar el trabajo de equipo, a potenciar el soporte tecnológico y afinar la paciencia para verificar y editar los contenidos que nuestra audiencia (la más grande en la red peruana interesada en temas de cultura) consume ávidamente en diversos formatos. La nuestra es una fusión entre el periodista tradicional (por llamarlo de algún modo) y el periodista ciudadano. En el trabajo diario siempre están presentes la minuciosidad, la precisión, la imparcialidad, la transparencia y la independencia que todo periodista debe poseer; a pesar de las enormes dificultades que conlleva trabajar sin respaldo financiero alguno (no contamos con patrocinadores ni auspiciador que respalde nuestro proyecto), nos basta una flip para poder grabar, lo que tenemos en la cabeza, tenacidad para no rendirse y el escaso dinero que egresa de nuestro propio bolsillo (kamikaze times) para las decenas de viajes recorriendo el Perú.
En todo este tiempo, “Marea cultural” le ha dado voz a quienes nunca la habían tenido. Escritores, poetas, artistas plásticos, actores de teatro, gestores culturales, educadores, músicos y ciudadanos comunes y corrientes que tienen mucho que comunicar en cada una de sus disciplinas han sido entrevistados en vídeo, así como se han realizado coberturas de los más importantes eventos del rubro en el país. Consagrados o emergentes, todos han tenido espacio en la medida que poseen conocimientos que aportar o compartir. En suma, se ha hecho posible la participación activa de los actores culturales que intervienen en todo el procesamiento de la información de interés, formando opinión y promoviendo la participación ciudadana.
Darwin decía: “no sobrevivirán las especies más inteligentes ni las más fuertes, sino únicamente las que logren adaptarse al cambio”. Las claves para poder sobrevivir todos estos años residen en la capacidad de poder reinventarse de acuerdo a como se mueven los tiempos pero manteniendo una audiencia cautiva, apostando por el vídeo en plataformas al margen de Youtube, por la anticipación a la hora de publicar, por habitar la red durante más de 14 o 16 horas diarias, por el contradecir todo tipo de lógica, pero atendiendo siempre la experiencia del usuario. Hoy contamos con una vasta comunidad: cinco mil fans en Facebook (tanto en el perfil privado como en el público), mil cuatrocientos en Twitter, miles que visitan el blog diariamente, pero sobre todo el poder que significa la calidad e influencia de los seguidores y el sintonizar con los followers y con mucha gente que se ha sumado en la red a nuestra iniciativa para seguir creciendo.
Antes, la cultura sólo estaba presente en las portadas de los periódicos cuando algún mediático fallecía o cuando se concedían premios importantes o se inauguraba algo. Ahora el sector cultural es protagonista en la red porque se ha empoderado a los ciudadanos que desean (y necesitan) un país distinto.Marea cultural” seguirá apostando por el cambio social a través del social media, a pesar que existan todas las condiciones para nuestro cierre inminente. Desde estas líneas les agradecemos a todos.

viernes, 4 de junio de 2010

"Voces por el cambio": Chimbote, ciberactivismo y cambio social

Con la realización del Plantón y Foro Público S.0.S. ¡Arreglen las pistas de Chimbote!, evento convocado por el Colectivo Ciudadano "Voces por el cambio", la acción colectiva -a través del empoderamiento del ciudadano común y corriente que hace uso de las técnicas y las tecnologías de la información para movilizarse a favor de determinadas causas- se constituyó en un hecho concreto que demuestra el papel determinante que puede tener en el futuro la incipiente escena smart mob de Chimbote en los procesos sociales del puerto.
Con el nacimiento de "Voces por el cambio", hecho registrado espontáneamente en las redes sociales Facebook y Twitter a inicios de abril, la tecnología y las relaciones que se establecen entre los usuarios de la red en el puerto que Arguedas inmortalizó en su póstuma novela, empiezan a eliminar la división que todavía existe entre movilizadores y movilizados. Desde que creamos nuestra primera cuenta en blogger allá por el 2005 fuimos conscientes de que poco a poco avanzábamos y se empezaba a gestar un potente vehículo de cambio social y cultural. Al respecto, en Chimbote -con escasos blogs, casi inexistentes twitters y una creciente mayoría de feisbookers- las élites gobernantes demuestran una completa incapacidad de reacción ante las manifestaciones 2.0 que lentamente se adentran en la crítica social y acrecientan su poder en las redes.
La sociedad continúa evolucionando y en el otrora primer puerto pesquero del mundo pocos se han dado cuenta. Si en los años setenta Chimbote se constituyó en la enorme y natural olla hirviente en materia de reclamos y reivindicaciones sociales, en estos días -de bajo costo para acceder a las tecnologías de la comunicación- cada vez más ciudadanos jóvenes son conscientes de lo que realmente sucede a nuestro alrededor (al consumir información procedente de blogs, redes sociales y al depender menos de la prensa tradicional que mayormente sesga los contenidos a favor de determinados intereses), tornándose cierto sector de la masa en más participativa y responsable. Lo vemos a dirio en la red: poco a poco viene naciendo un sector crítico e inteligente que conforme se organice persiguirá objetivos determinados. En ese sentido, el crecimiento exponencial de algunos usuarios en las redes sociales no es gratuito, el contenido de calidad es lo que permitir ejercer influencia y contar con una verdadera comunidad.
En Chimbote, la jornada de ayer en la Plaza de Armas constituyó -desde nuestro humilde punto de vista- un primer paso, la primera piedra e hito innegable en la constriución de un nuevo imaginario social, la certeza de que es posible "bajar" al mundo real desde la red con una propuesta contundente, necesaria y urgente de implementar. Desde estas líneas hago extensivo este abrazo a mis compañeros de "Voces por el cambio", colectivo independiente y plural surgido en las redes sociales y que busca el cambio social y cultural del país, y a todos aquéllos que hacen posible el debate libre de ideas y su traslado al mundo físico: muchas gracias, seguiremos avanzando y haciéndonos fuertes en el social media y el mundo real.